Trabajo de Dinardi y Rose en el Cleveland Clinic Journal of Medicine que remarca que los cigarrillos electrónicos, introducidos en EEUU en 2007 como un medio para dejar de fumar, se han populares entre los adolescentes y los adultos jóvenes gracias a sus atractivos sabores y a la sensación de que no acarrean problemas para la salud. Pese a ello van aumentando las pruebas de que el vapeo puede ser la forma de entrada al organismo de tóxicos peligrosos que podrían dar lugar a patología pulmonar e incluso a la muerte. El artículo revisa estas cuestiones y propone recomendaciones a clínicos y legisladores para reducir los efectos perniciosos del vapeo.